miércoles, 11 de mayo de 2011

VASIJAS DE BARRO

En una lejana comarca había un aguador que tenía dos vasijas grandes que colgaban de los dos extremos de un palo que él sostenía sobre los hombros. Una de las vasijas tenía una rajadura; la otra estaba en perfectas condiciones. Esta última siempre llegaba llena de agua, mientras que la rajada llegaba medio vacía. Eso ocurrió día tras día durante dos años. El pobre criado nunca llegaba con más de vasija y media de agua a la casa de su amo. Desde luego, la vasija que estaba en perfectas condiciones se sentía orgullosa de sus logros, contenta porque cumplía a cabalidad con su razón de ser. En cambio, la vasija defectuosa se sentía avergonzada por su imperfección, deprimida por no poder llegar sino a la mitad del objetivo para el que había sido creada.
Al cabo de esos dos años en que se había considerado un rotundo fracaso, la vasija imperfecta, al llegar a la orilla del arroyo, le dijo al criado que la llevaba:
—¡Qué vergüenza la mía! ¡Cuánto lo siento!
—¿Y eso por qué? —le preguntó el criado—. ¿Por qué te sientes avergonzada?
—Porque durante estos dos años no he podido llegar con más de media porción de agua por esta maldita rajadura que me obliga a derramar la mitad a la orilla del camino. Por mi culpa no puedes aprovechar plenamente cada viaje.
El criado se compadeció de la vasija rajada, y con ternura le dijo:
—De regreso a la casa del amo, quiero que te fijes en las hermosas plantas de lindas flores que están creciendo a la orilla del camino.
En efecto, mientras subían la cuesta, la triste vasija se dio cuenta de que el sol brillaba sobre las flores silvestres a la orilla del camino, y esto sirvió para animarla un poco. No obstante, al fin del camino volvió a sentirse mal por haber derramado la mitad del agua que llevaba, y de nuevo le pidió disculpas al criado.
—¿No te diste cuenta de que sólo había flores en el lado del camino que te corresponde a ti? —le preguntó el criado—. El otro lado se ve desnudo. Yo siempre he estado consciente de tu defecto, pero he ido sacándole provecho. Por el lado tuyo del camino sembré semillas de plantas que dan hermosas flores, y todos los días al volver del arroyo, tú las has ido regando. Ya llevo dos años de estar recogiendo estas hermosas flores para adornar la mesa de mi amo. Si no hubiera sido porque eres exactamente como eres, él no habría podido disfrutar de la belleza y del perfume de esas flores.
Esta fábula nos recuerda el refrán que dice: «Tenemos este tesoro en vasijas de barro.»1 El refrán procede de la pluma de San Pablo, que luego explica cómo el poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad humana. «Por eso me regocijo en mis debilidades —concluye Pablo—; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.»2
Lo cierto es que todos, como vasijas de barro que somos, tenemos nuestros defectos. Pero si se lo permitimos, el Señor le sacará provecho a esas imperfecciones, y con ellas adornará y perfumará la casa de nuestro Padre celestial.


1.2Co 4:7
2.2Co 12:7‑10

viernes, 22 de abril de 2011

lunes, 14 de marzo de 2011

VIVIR LA VIDA LOCA Y DESPEINADO(A)

Vivir despeinada/O despeinado VIVIR LA VIDA LOCA Y DESPEINADO(A)
Hoy he aprendido que hay que dejar que la vida te despeine, por eso he
decidido disfrutar la vida con mayor intensidad...
El mundo está loco. Definitivamente loco...
Lo rico, engorda. Lo lindo sale caro.
El sol que ilumina tu rostro arruga.
Y lo realmente bueno de esta vida, despeina...
- Hacer el amor, despeina.
- Reírte a carcajadas, despeina.
- Viajar, volar, correr, meterte en el mar, despeina.
- Quitarte la ropa, despeina.
- Besar a la persona que amas, despeina.
- Jugar, despeina.
- Cantar hasta que te quedes sin aire, despeina.
- Bailar hasta que dudes si fue buena idea ponerte zapatos nuevos esa
noche, te deja el pelo irreconocible...

Así que como siempre cada vez que nos veamos
yo voy a estar con el cabello despeinado...

Sin embargo, no tengas duda de que
estaré pasando por el momento más feliz de mi vida.
Es ley de vida: siempre va a estar más despeinado la persona
que elija ir en el primer carrito de la montaña rusa,
que el que elija no subirse..

Puede ser que me sienta tentado a ser una persona impecable,
peinada planchadita por dentro y por fuera.
El aviso clasificado de este mundo exige buena presencia:
Péinate, ponte, sácate, cómprate, corre, adelgaza,
come sano, camina derechito, ponte serio...

Y quizá debería seguir las instrucciones pero
¿cuando me van a dar la orden de ser feliz?
Acaso no se dan cuenta que para lucir
me debo de sentir bonito ...
¡La persona más bonita que puedo ser!

Lo único que realmente importa es que al mirarme al espejo,
vea la persona que debo ser.
Por eso mi recomendación a todas/os es:

Entrégate, Come rico, Besa, Abraza,
Baila, Enamórate, Relájate, Viaja, Salta,
Acuéstate tarde, Levántate temprano, Corre,
Vuela, Canta, Ponte lindo, Ponte cómodo,
Admira el paisaje, Disfruta,

y sobre todo, deja que la vida te despeine!!!!

Lo peor que puede pasarte es que, sonriendo frente al espejo, te tengas que volver a peinar!!!