viernes, 24 de enero de 2014

FUERZA: PUBLICIDAD PODEROSA.

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ES HORA DE EMPEZAR DE NUEVO: CAMBIA TÚ ACTITUD.

Reflexiones - No es el Tamaño del Problema, sino cómo Manejo el Problema
Reflexiones-> El 1 de marzo de 1997, Greg estaba en Bossier City, Luisiana, adonde había viajado desde su casa en Kentucky para asistir a mi conferencia de dos días sobre liderazgo.

Cuando la conferencia concluyó, abordó un avión y se dirigió a St. Louis en la primera etapa del viaje de regreso a su casa, pensando con entusiasmo en la forma de poner en acción el entrenamiento sobre liderazgo que había recibido.

Cuando llegó al aeropuerto en St. Louis para tomar su conexión a Lexington, se sorprendió al descubrir que su vuelo estaba atrasado debido al mal tiempo en Kentucky. Cuando la demora se transformó en la cancelación del vuelo, Greg tuvo que quedarse a pasar la noche en St. Louis. En realidad, no le dio mucha importancia al percance. Estaba acostumbrado a viajar y sabía que tales situaciones suelen presentarse. A la mañana siguiente, tomó el primer vuelo que lo sacó de St. Louis.

Solo cuando aterrizó en Lexington se dio cuenta de la magnitud del problema causado por el mal tiempo.

Mientras conducía desde el aeropuerto rumbo al norte, hacia Cynthiana, empezó a ver los efectos de la lluvia torrencial que había hecho que su vuelo fuera cancelado. Cuando supo que el río Licking, que pasaba por Cynthiana se había desbordado, empezó a preocuparse por su tienda. Se fue directamente hacia allá, esperando encontrarse con que todo estaba bien. La distancia de treinta millas se le hizo una eternidad.

Cuando finalmente llegó, encontró que toda el área estaba inundada. A doscientos metros de su tienda, pudo ver únicamente el techo y el letrero: PAYLESS FOOD CENTER. El resto estaba bajo agua.

Desmoralizado, se dirigió a su casa, pero ni siquiera pudo llegar cerca.

Durante tres días vivió con su hermana en Lexington, esperando que el nivel del agua bajara y pensando qué podría hacer. Llamó a su agente de seguro para descubrir que las cosas se ponían peor. Tenía todos los seguros imaginables, menos el de inundación. El seguro no le servía de nada.

Entre esto y aquello, transcurrieron cinco días hasta que pudo entrar a la tienda. Cuando abrió las puertas, se encontró con una devastación total.

Ahí estaba, parado en medio de quinientos mil dólares en mercadería y bienes totalmente destruidos. La caja registradora electrónica estaba llena de agua sucia, y una cámara frigorífica de quinientas libras donde acostumbraba tener las bolsas de hielo, había sido alzada por el agua y lanzada sobre uno de los mesones de la tienda. Era la clase de situaciones que hace que cualquiera persona desee salir de allí, cerrar las puertas y no volver jamás.

«Hasta ese punto, no tenía salida», recuerda Greg. Al darse cuenta que la tragedia había hecho fracasar su negocio, pudo haberse dado por derrotado.

«Pude haberme declarado en bancarrota, pero rehusé hacer eso. Fue en ese momento que recordé los principios sobre liderazgo que había aprendido solo unos días atrás. No es lo que me suceda a mí, sino lo que sucede en mí. No es el tamaño del problema, sino cómo manejo el problema. Cuando caigo, tengo que levantarme. Estaba decidido a superar esa experiencia».

Se aseguró que el edificio estuviera aun estructuralmente sólido aunque el interior no sirviera para nada. Todo lo que había adentro hubo que retirarlo, a mano.

Fue necesario hacer veintidós viajes de camión para limpiar completamente el interior de basura.

Fue necesario reemplazar todas las cajas registradoras. Hasta el piso hubo que ponerlo nuevo. Greg y su personal trabajaron incansablemente de la mañana a la noche. Después de una inversión de un millón de dólares, la tienda pudo ser abierta nuevamente y todo ocurrió en nada menos que en dieciséis milagrosos días.

La tienda permaneció cerrada solo veintiún días después de la inundación.

Maxwell, John C.: El Lado Positivo Del Fracaso; Failing Forward. Thomas Nelson, Inc., 2000; 2003, S. 76

Lo importante en la vida es no darse por vencido, sino volver a empezar. Con Dios siempre hay un día para un nuevo comienzo. El hace nueva todas las cosas y nos invita a cambiar nuestra actitud.

Grita de júbilo, oh estéril, la que no ha dado a luz; prorrumpe en gritos de júbilo y clama en alta voz, la que no ha estado de parto; porque son más los hijos de la desolada que los hijos de la casada-dice el SEÑOR. Ensancha el lugar de tu tienda, extiende las cortinas de tus moradas, no escatimes; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás hacia la derecha y hacia la izquierda; tu descendencia poseerá naciones, y poblarán ciudades desoladas. Isaías 54:1-3.

 refle-vencido19

martes, 7 de enero de 2014

UN MENSAJE ESPECIAL

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EMPIECE HOY CON ESTE CAMBIO. SEA FELIZ

Ser feliz es fácil. Empieza hoy!

Publicado por Javier Diaz el jueves, 25 de abril de 2013 

Hoy te voy a dejar una reflexión bien importante, pues una vez la entiendas y la apliques en tu vida te generará enormes cantidades de bienestar, felicidades y éxitos.
Me refiero específicamente a las reglas para la felicidad que rigen tu vida, para lo cual responde la siguiente pregunta: ¿Qué tiene que pasar en tu vida para que te sientas feliz?
Para la mayoría de personas esto incluye: alcanzar o lograr algo, que me reconozcan mi trabajo, ganar x cantidad de dinero, no tener ningún problema en mi día a día, que todo lo que hago me funcione y salga bien etc.
Sabes, hace poco me enteré de una persona que es un dueño de una empresa multimillonaria, gana más de 10 millones de dólares, tiene una familia espectacular, tiene una casa espectacular a la orilla de la playa, los autos más lujosos, viaja a los lugares másmaravilloso del planeta y en una entrevista cuando le preguntaron ¿Es usted feliz? El respondió – No lo soy – el entrevistador muy sorprendido le preguntó ¿Y cómo es eso? ¿Por qué?
ser feliz
Él dijo: “para ser feliz tengo que ganarmás de 20 millones de dólares al año, tengo que estar dentro de los 100 ejecutivos más importantes de mi país, tengo que tener una relación perfecta con mi esposa, no tienen que existir problemas con mi hijos…” Para los ojos de “la mayoría de la gente” este señor tiene todo lo necesario y mucho más para ser feliz y exitoso, pero él mismo se ponía una serie de reglas muy complicadas que no le permitían disfrutar de su vida y de todo lo que tiene.
Date cuenta qué tan difícil te estás poniendo tú mismo el sentirte feliz, ¿crees que puedes cambiar tus reglas para vivir más feliz en tu vida?
Te dejo algunas ideas de personas que viven totalmente felices día a día, estas son algunas de sus reglas para sentirse feliz:
  • Me siento feliz cuando aprendo algo
  • Me siento feliz cada día que amanezco por encima de la tierra
  • Me siento feliz cuando estoy vivo
  • Me siento feliz cuando puedo ver, oír, sentir
  • Me siento feliz cuando tengo la fortuna de tener a mi familia
Como te das cuenta estas reglas son muy fáciles de cumplir a diario ¿verdad? Si te pones reglas más sencillas que puedas cumplir varias veces al día te aseguro que te sentirás felizmás a menudo y tu vida se llenará de esa chispa maravillosa que la hace maravillosa.
OJO con eso no digo que hay vivir de “conformista” NO!, me refiero a que si puedes sentirte feliz todos los días, puedes disfrutar del camino hacia la consecución de tus más grandes sueños y metas.
En vez de buscar alcanzar o lograr algo para ser feliz, se feliz en el camino a lograr y alcanzar ese algo.
Finalmente te comento que estoy estudiando mucho el tema de la felicidad y sobre todo en países hispanos… por eso hice esta encuesta en donde luego de responderla podrásdescargar gratis la “guía básica para ser feliz en la vida” y entras a concursar por unos premios bien interesantes.

NO PERDAMOS LA FE EN CRISTO JESÚS: ¿ CUÁL ES TU ACTITUD FRENTE A LAS DIFICULTADES?

DE CUERPO MUERTO, NUEVA VIDA
por el Hermano Pablo

No dieron mucha esperanza de vida. El accidente había sido horrible. En las carreteras de Alemania se corre a velocidades exorbitantes y, cuando hay algún choque, es siempre desastroso. Así había sido éste en la cercanías del pueblo de Altdorft, Alemania.
De tres personas que venían en el automóvil, Marion Ploch fue la única que sobrevivió. Su situación era crítica porque además de haber quedado toda mutilada, traía en el vientre una criatura de tres meses de gestación. Los médicos hicieron todo lo posible por salvarla, pero su cuerpo no resistió.
Quedaba, entonces, el problema de la criaturita. ¿Podrían salvar al bebé? Había una sola manera: mantener artificialmente con vida el cuerpo de Marion hasta que la criatura naciera.
Así procedieron. Mantuvieron a la madre con vida hasta que dio a luz por cesárea a su hijito. Para entonces Marion Ploch, aquella madre de dieciocho años de edad, había estado muerta seis meses. Este es otro caso increíble de la ciencia moderna.
Lo más triste en la vida es ver un sueño morir sólo porque antes de que tiene la oportunidad de nacer, nosotros nos damos por vencidos. Esas son las veces en que, en medio de alguna tragedia, por no seguir la lucha, por no tener fe en nosotros mismos, por no pedirle ayuda a Dios, dejamos de batallar, y lo que pudiera ser fuente de alguna gran obra queda muerto en los escombros de la desilusión.
Muchas de las obras musicales del gran maestro Ludwig Van Beethoven jamás habrían nacido si el gran maestro de la música le hubiera dado más importancia a su condición física que a su pluma. Fue autor de treinta y dos sonatas, diecisiete cuartetos, nueve sinfonías, varios conciertos y otras muchas obras de una expresión incomparable. ¡Y todo esto mientras luchaba con la pérdida de su oído! Su infortunio era más que suficiente para haber abortado toda vida musical, pero Beethoven no se dio por vencido. Siguió dándole al mundo su arte aun cuando sus oídos estaban muertos.
De la muerte puede nacer nueva vida. La desventura puede ser fuente de nueva visión. La desgracia puede producir la victoria. No perdamos la fe.
La lección más grande es la del Calvario. No hubiera habido resurrección sin un Calvario. Y la muerte de Cristo ha sido la vida de millones de personas.
No perdamos la fe. Levantemos la vista al cielo. Cristo nos tomará de la mano para que crucemos juntos el valle de la desilusión. Él puede y quiere resucitarnos.