Un hombre una vez dijo desesperada mente "Si solamente tuviera dinero extra, lo ofrendaría a Dios. Pero ni tengo suficiente dinero para sostenerme a mi mismo, mucho menos mi familia".
El mismo hombre dijo, "Si tuviera tiempo extra lo compartiría con Dios. Pero cada minuto que tengo lo gasto en mi trabajo, mi familia, mi club campestre y lo demás. Cada minuto lo tengo ocupado".
Y el mismo hombre dijo, "Si solo tuviera un talento, lo usaría en la obra de Dios. Pero no tengo ninguna buena voz; no puedo dirigir a un grupo de personas; no puedo pensar tan rápidamente como quisiera".
Al escuchar esto se quedó Dios bien conmovido y, a pesar de que era contra su manera de ser, Dios entregó al hombre dinero, tiempo y un talento glorioso. Luego esperó Dios… siguió esperando…y esperando…hasta que se cansó Dios de esperar y le quitó su dinero, su tiempo y su talento.
Fue entonces cuando el mismo hombre empezó a decir, "Si solamente tuviera de nuevo ese dinero. Lo entregaría a Dios. Y si solamente tuviera de nuevo todo ese tiempo, lo daría a Dios. Y si solamente pudiera yo re descubrir ese glorioso talento, lo usaría para la obra de Dios.
Fue cuando dijo Dios, "Cierra tu boca, hombre".
De repente el hombre dijo a algunos de sus amigos, "Sabes que, yo ya no estoy muy seguro de que creo en Dios".
Proverbios 13:16
Todo hombre prudente procede con sabiduría; Mas el necio manifestará necedad.
¡¡¡BIBI@N@!!!
Gracias Señor por haberme escogido!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario